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Cuando piensas en comprar una casa, una de las primeras preguntas que te vienen a la mente es si compras una casa vieja o una nueva. Una casa nueva puede resultar atractiva porque todo es nuevo. Aún no se ha utilizado nada. Las paredes están limpias, los armarios nunca se han usado antes, vienen con electrodomésticos de bajo consumo y no tendrá que gastar en reparaciones debido al desgaste. Por otro lado, puede enamorarse de la apariencia tradicional de una casa antigua.

Cuando se encuentre en una encrucijada, estos puntos pueden ayudarlo a decidir:

Casas antiguas

  • Barrio.
    Algunas personas prefieren una casa en un vecindario establecido. Otro factor positivo son los árboles maduros y el paisaje maduro que no se puede obtener en casas nuevas.
  • Mantenimiento y reparación.
    Las casas existentes deben ser inspeccionadas por un inspector de viviendas profesional. Es posible que existan daños o problemas potenciales que resulten costosos de reparar o mantener. Es posible que sea necesario reemplazar los electrodomésticos viejos. Todo esto debe tenerse en cuenta en el precio de compra.
  • Mejoras para el hogar.
    Si le gustan los proyectos de mejoras para el hogar, una casa más antigua presenta oportunidades para poner en práctica sus habilidades de bricolaje (hágalo usted mismo).
  • Obsequios.
    Las casas existentes vienen con características, muebles y electrodomésticos que ya están allí. Puedes considerarlos regalos.
  • Tierra.
  • Ubicación.
    Las casas más antiguas están situadas en o cerca de centros comerciales. Pero las casas más nuevas suelen estar en suburbios lejanos.
  • Oportunidad de remodelar.
    Hay algunos compradores de vivienda que están entusiasmados con la oportunidad de personalizar una casa antigua de acuerdo con su gusto.
  • Precio.
    En general, las casas existentes cuestan menos que las nuevas. Los compradores incluso pueden obtener más por su dinero debido a las características existentes que cuentan como regalos: cortinas, alfombras, paisaje.
  • Audio grabado.
    Con una casa existente, ya tendrá una idea del valor de la propiedad en función de cuánto se ha apreciado o depreciado a lo largo de los años.
  • Ahorro fiscal.
    Las casas existentes tienen tasas de impuestos a la propiedad más bajas (dependiendo de su estado). Además, podría ahorrar en bonos locales asociados con nuevos desarrollos, como escuelas, parques o mejoras en las carreteras o el transporte.
  • Disposición tradicional.
    Las personas que aman las áreas de estar y de comedor clásicas y formales adorarán las casas antiguas.
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