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Cuando recurre a los prestamistas para adquirir una casa, ellos determinan cuánto puede pedir prestado basándose en cálculos. Pero, ¿conocen realmente tu capacidad financiera? ¿Pueden contar sus ingresos y gastos concretos, pero no saben exactamente cuánto gasta regularmente? Eres el único que sabe si tus ingresos pueden respaldar tu estilo de vida. ¿Tiene suficiente para financiar los gastos de vivienda? Y no olvide dejar espacio para muebles, electrodomésticos, jardinería, reparaciones y mantenimiento nuevos.

Los bancos han estado usando la proporción de 28/36 para determinar cuánto deben prestarle. El préstamo para vivienda aprobado no debe representar más del 28 por ciento del ingreso bruto mensual del prestatario. El 36 por ciento debe ser la carga máxima de deuda total del comprador. Esto incluye pagos con tarjeta de crédito, préstamos y pagos del automóvil.

Canadá usa una fórmula similar. Los compradores pueden pedir prestado hasta el 32 por ciento de sus ingresos brutos mensuales. Y su carga total de deuda no debería ser superior al 40 por ciento.

Pero debido al aumento de las tasas, los prestamistas están dispuestos a estirar el préstamo hipotecario hasta un 50 por ciento del ingreso bruto mensual. Pero antes de comprometerse con este préstamo, piense y reconsidere si realmente puede pagarlo.

Evalúe sus hábitos de gasto. Piense si hay áreas en las que pueda ahorrar para poder sostener la hipoteca y mantener una casa en buen estado. Después de todo, no se trata solo de mantener tu casa. También se trata de tener tranquilidad.

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